La obediencia de las madrastras y el gran culo satisfacieron mis deseos

Mi madrastra, una zorra voluptuosa, siempre ansiosa por complacer, tiene su culo apretado lleno por mi miembro palpitante. Su amplio trasero, piel suave y obediencia hacen que una vista tentadora se convierta en este encuentro intenso y satisfactorio.

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Después de un largo y agotador día de trabajo, me encontré deseando un placer intenso.Por suerte, mi madrastra estaba más que dispuesta a cumplir mis deseos.Siempre ha estado ansiosa por complacerme, especialmente con sus impresionantes tetas grandes y un culo redondo y sin pelo que solo pide atención.En cuanto sintió mi excitación, ella abrió ansiosamente sus piernas, invitando a mi palpitante polla a penetrar su apretado coño.La vista de ella rebotando sobre mí, sus gemidos de placer resonando en la habitación, fue suficiente para volverme loca.Pero aún no se había hecho.La llevé al sofá, donde seguí rreandola, esta vez enfocándome en su culo sin pelo.Sumbe mi polla profundamente en ella, sintiendo su cálida humedad envolviéndome.El éxtasis fue abrumador, y pude contenerme más.La llené con mi carga caliente, dejándonos a ambos completamente satisfechos.Esto fue solo otro día en la vida de un papá y su obediente madrasra todos los días, es una nueva aventura de placer y satisfacción.